Dio todo lo que tenía es una referencia al evangelio de Marcos en donde Jesús alaba a la viuda, que “dio todo lo que tenía”.
Pero también es una pequeña historia conmovedora que circula por la red.
El hombre que estaba en el mostrador miraba la calle distraídamente.
Entonces una pequeña niña se aproximó y apretó la nariz sobre el vidrio de la vitrina.
Los ojos de color del cielo brillaban cuando vio un determinado objeto.
A continuación entró en el establecimiento y pidió ver el collar de turquesa azul, que le cautivó.
-Es para mi hermana, -dijo. -¿Puede hacer un paquete bonito con el collar, por favor?
El dueño de la joyería miró desconfiado a la pequeña niña y después le preguntó:
-¿Cuánto dinero tienes?
Sin dudar ella sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo muy atado y fue deshaciendo con mucho cuidado los nudos.
Después lo colocó sobre el mostrador y dijo toda feliz:
-¿Eso alcanza, señor?
Eran apenas algunas monedas que ella mostraba orgullosa al dueño.
-Sabe, -siguió diciendo, -quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella.
Es su cumpleaños y estoy segura de que quedará muy feliz con el collar que es del color de sus ojos.
Entonces el hombre fue para la trastienda.
Colocó el collar en un precioso estuche, luego lo envolvió en un vistoso papel rojo y por último hizo un trabajoso lazo con una cinta verde.
-Toma, -dijo a la niña. -Llévalo con cuidado a tu hermana.
Ella salió corriendo y saltando calle abajo.
Aún no había acabado el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en la joyería.
Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho y preguntó:
-¿Este collar fue comprado aquí, verdad?
-Sí, señorita, -dijo el dueño.
-Y ¿cuánto costó?
-Ah¡, -dijo el dueño del negocio.- El precio de cualquier artículo de mi establecimiento es siempre asunto confidencial entre el vendedor y el cliente.
La joven continuó:
-Pero mi hermana tenía solamente unas monedas. El collar es verdadero ¿no? Ella no tendría dinero para pagarlo.
El hombre tomó el estuche. Rehizo el envoltorio con extremo cariño y se le entregó a la bella joven., diciéndole:
Ella pagó el precio más alto que cualquier persona pueda pagar.
Ella dio todo lo que tenía
Tómate tiempo para amar y ser amado.
Es el privilegio que nos da Dios.
Preciosa historia que ya conocía y no me canso de leerla, incluso la debo tener guardada en forma de PowerPoint. Me gusta por los valores que transmite: amor, gratitud, honradez, generosidad.
Me impresiona de un modo particular la belleza de la cara de la niña: sus impresionantes ojos azules, la luminosidad y serenidad de su rosto; una imagen acorde con el relato.