El olvido que seremos (Colombia, 2020)
Duración: 136 minutos.
Dirección: Fernando Trueba
Guión: David Trueba. (Basada en La novela de Héctor Abad Faciolince)
Música: Zbigniew Preisner
Fotografía: Sergio Iván Castaño
Reparto: Javier Cámara, Patricia Tamayo, Juan Pablo Urrego, Nicolás Reyes Cano, Aída Morales, Sebastián Giraldo, Whit Stillman, María Tereza Barreto, Laura Londoño, Elizabeth Minotta, Kami Zea, Luciana Echeverry, Camila Zarate…
Productora: Caracol Televisión, Dago García Producciones
Género: Drama, Biográfico. Años 70. Años 80.
Sinopsis:
Narra de manera íntima la historia de un hombre bueno, el médico colombiano Héctor Abad Gómez, carismático líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años 70.
La trama relata la vida del doctor y padre de familia, preocupado tanto por sus hijos como por los niños de clases menos favorecidas.
En su casa se respiraba la vitalidad y la creatividad características de una educación fundamentada en la tolerancia y el amor, pero la violencia ambiental del país condicionaba la vida de todo su entorno.
Premios:
2020:
Premios Goya: Mejor película iberoamericana
Festival de San Sebastián: Sección oficial (Fuera de concurso – Clausura)
Premios Forqué: Nominada a Mejor película latinoamericana
Premio en Festival de Cannes, selección oficial.
Candidata a los Oscars por Colombia.
Comentario:
Hace tiempo que el director de cine Fernando Trueba sigue su propio camino.
Aunque tiene mucha relevancia el momento político y los movimientos sociales de la época, tanto en los 70 como en los 80 en Colombia, El olvido que seremos es realmente la historia de una familia, en concreto de un padre, un hombre bueno como pocos, y la relación que mantiene con su hijo, desde su tierna infancia hasta su época de universitario.
Más allá de la buena interpretación de Javier Cámara, El olvido que seremos demuestra que Fernando Trueba es un director con un toque personal que no ha perdido con el paso de los años.
Se podría decir que es la mejor película de Fernando Trueba en años.
Es un canto apasionado a la familia.
La forma de contarnos la historia, es donde vemos la genialidad de este director.
Si el pasado del profesor estaba marcado por la ilusión, la bondad y el luz, el cineasta opta por mostrarnos las escenas de la historia a todo color, con un brillo casi cegador y una paleta de colores llamativos.
Una película con mensaje tan actual como su historia.
Quizás sea lo mejor del filme, su delicadeza y sensibilidad con que se narra cinematográficamente la historia y la interpretación de Javier Cámara, que sigue siendo grande con el acento que sea.
Digna de verla en el Cine Salesianos, cuyos estrenos con un elenco de películas de cine, alejadas de las “Mayors” o multinacionales empresas del cine, nos acerca cada fin de semana a buenas producciones de un cine más cercano al espectador.
Dos aspectos del comentario y guión de esta película me animan a verla. Una es que dice que es la historia de un hombre bueno. Estamos tan necesitados de hombres buenos, que puede ser un estímulo ver la historia de alguien que lo ha sido. Y la otra, que es «un canta a la familia». También estamos necesitados de cantos y de familia. No hay nada que nos aliente tanto en la vida como el amor fraterno, el amor de la familia, ese lugar donde nos sentimos queridos tal y como somos.