Hacer algo por los demás, puede darte a conocer el sabor de la felicidad.
Hay personas que sólo viven para sí, que sólo piensan en ellas mismas.
Su único objetivo es el interés personal y mejorar su “calidad de vida”, en ocasiones, a cuenta de los demás.
Cada día me encuentro con gente despreocupada, con gente insensible, volcada únicamente en su egoísmo y en su eterna sensación de vivir lo más cómodamente posible.
Yo estoy bien… pues los demás no importan.
Yo estoy bien… pues los demás “que se apañen”.
Yo estoy bien… pues deseo seguir así.
Si repasamos nuestra vida, nuestra corta o larga historia, y en este momento alguien nos preguntara si realmente en algún momento hemos hecho algo por los demás, si en alguna página de nuestro libro tenemos escrito algún capítulo dedicado a los otros… ¿Qué responderíamos?
Hacer algo por los demás
- significa pensar que existe un “otro”, que además de un yo hay un “tú”.
- quiere decir que esta vida no tiene sentido si no dedicamos el tiempo necesario a cultivar el bien en las personas que nos rodean.
- cubre una de las aspiraciones más importantes e interesantes del ser humano. Somos proyección hacia el otro.
- señala el camino de nuestra propia vida. Es la señal que nos identifica como personas maduras y responsables.
- nos compromete a luchar por la justicia y por entender que es necesario descubrir un mundo nuevo y mejor.
Hacer algo por los demás es
- sentirse bien con uno mismo. No olvides que se es más feliz dando que recibiendo.
- sembrar amistad, cariño, comprensión, tolerancia, respeto y actitudes positivas.
- renunciar a momentos y situaciones para entregarnos a los demás.
Hacer algo por los demás es sencillamente vivir nuestra propia vida en plenitud y con autenticidad.
Somos lo que nosotros queremos ser.
Nadie puede marcarnos ni decirnos lo que debemos hacer en cada momento.
Nuestra propia libertad y nuestra autonomía nos lleva a saber tomar las decisiones adecuadas a nuestra propia dignidad y a nuestros deseos de ser felices en este mundo que nos ha tocado vivir.
Nunca desaproveches la oportunidad de hacer algo por los demás.
Estoy seguro que te sentirás muy satisfecho.
Cualquier detalle es suficiente para saborear la agradable sensación de ser feliz… una sonrisa, un “gracias”, una compañía o una conversación de amistad, una llamada, unas palabras de ánimo, un regalo, una mirada, un abrazo, un gesto, una despedida…
José Antonio Labandeira Prieto
Hacer algo por los demás es no volver la vista para otro lado cuando «los demás» te piden ayuda. San Francisco decía que si alguien necesita una capa, es de justicia dársela, porque yo no soy el propietario de mis cosas, solo soy el administrador. solo se trata de hacer justicia.