La fiesta de la Epifanía del Señor tradicionalmente se celebra el 6 de enero, doce días después de Navidad.
La Epifanía conmemora tres eventos espirituales: la visita de los Magos al establo de Belén después del nacimiento de Jesús, el bautizo de Jesús en el Jordán y su primer milagro en las bodas de Canaán.
Este artículo se enfoca en el significado de los tres magos o sabios provenientes del oriente pagano siguiendo la estrella, en busca del Rey.
Hasta ahora las cosas se habían mantenido bastante “humildes”. Un viaje en burro hacia un polvoroso pueblecillo al sur de Jerusalén. Hoteles completamente llenos. Dar a luz en un establo y acostar al bebé en un pesebre en lugar de una cálida cuna.
A esta escena de oscura pobreza repentinamente irrumpe un exótico sequito proveniente de tierras lejanas. Unos dignatarios uniformados honran al recién nacido con suntuosos regalos que contrastan con los humildes alrededores.
Epifanía – Aparición del Rey
Este hecho es tan significativo que se le asigna su propia fiesta en la liturgia romana, celebrado tradicionalmente el 6 de enero, el duodécimo día después de Navidad.
Esta solemne fiesta es llamada Epifanía, que significa “maestación” o “aparición”.
Lo que parecía no ser más que un bebé de una familia indigente llorando, por un breve momento “aparece” por lo que realmente es – el Rey de Reyes y Señor de Señores.
Los regalos que recibe, profetizados en Isaías 60:6, cuentan la historia: oro digno de un rey, incienso con el que se adora a Dios y mirra, amarga pero muy valiosa, para el héroe que ha de dar la vida por su pueblo.
Rey Universal. Reino Católico
Hay muchas cosas importantes que señalar sobre estos prestigiosos visitantes. Ellos son gentiles, no judíos.
Claramente, desde el principio de su existencia Jesús no fue solamente el mesías judío que había venido a liberar al pueblo de Israel de la opresión extranjera.
Él es el rey universal, el regidor de todos los pueblos, que vino a derribar las murallas de hostilidad que dividían a los judíos de los gentiles, a una nación de otra.
Si alguna vez te has preguntado qué significa la palabra “católico”, pues aquí lo tienes.
El termino se deriva de palabras griegas que significan “de acuerdo a la totalidad”, para dar a entender que Cristo no vino solo a establecer una secta religiosa local, para unos cuantos, elegidos, ni un “culto” más.
La Iglesia que Él fundó es “católica” o universal, extendida por todo el mundo, dando la bienvenida a toda la raza humana a una sola nación, una familia, bajo un solo Rey.
Salvación para gentiles y paganos
Algo más sobre estos ilustres visitantes: al ser gentiles, también son paganos. De hecho, el término “Mago” claramente está unido a la palabra “magia”.
La Biblia no era su fuente habitual de sabiduría (de otra forma, se hubieran ido directo a Belén).
Sin embargo, en Su gran misericordia y como recompensa por su ardiente búsqueda de la verdad, Dios los guía hacia Cristo.
Desde los días de Balaán, Dios nos ha mostrado que los paganos pueden ser misteriosamente atraídos y usados por Él.
Semilla de la Palabra. Verdad fecunda
¿Acaso esto significa que todas las religiones son iguales y que no debemos “imponer” nuestras ideas a los demás?
¡Para nada! San Justino dijo que hay “semillas de la Palabra” regadas por todo el mundo.
Pero el propósito de las semillas es germinar, crecer y dar fruto. Ordinariamente, escuchar el evangelio completo y tomar parte de todos los medios de gracia es necesario para que esto suceda.
Todos los pueblos del mundo tienen derecho a esta plenitud católica. Es nuestra obligación compartirla.
Pablo VI lo dijo bien claro: “otros pueden salvarse sin que se les predique el evangelio, pero ¿podemos nosotros salvarnos si no lo predicamos?”
Luciano García Medeiros.
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