Leer mucho y andar mucho, dos ejercicios estupendos para la vida.
Navegando por la red me saltó este dato a la vista como algo deprimente: “El treinta por ciento de los españoles nunca ha leído un libro”.
Cuando aún no había cumplido los cinco años descubrí las letras del abecedario y no creo que el primer hombre que llegó a la luna sintiera tanta emoción como yo.
Al conocer las letras y ver como uniendo unas con otras se formaban palabras se me antojaba algo tan milagroso como el de las bodas de Caná.
Y lo mejor de todo fue que al poner unas palabras junto a otras se creaban historias.
A partir de ahi donde hallaba letra impresa mis ojos se deslizaban sobre las palabras como los dedos de Chopín sobre un piano.
Devoraba los periódicos, las revistas, las enciclopedias y sobre todo las novelas.
Mi ilusión entonces era inventar yo las historias.
Cuando disfrutaba al leer lo que había escrito entonces decidía que era bueno.
Otro descubrimiento que me hacía feliz era caminar.
Igual que en los libros gozaba con las historias y hechos narrados, al caminar descubría las calles, las construcciones, el mar, los rios, los railes y los trenes, los tranvias, la gente que iba de un lado para otro.
Imaginaba en cada persona una historia.
Y a los nueve años descubrí el libro que me enganchó para toda la vida: El Quijote.
Una de las frases que parecía escrita para mi dice:
«El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho».
!Qué bien lo resume en una sola frase el gran maestro!
Leer mucho y andar mucho, que bueno descubrir que mi querido Cervantes pensaba lo mismo.
Y la lectura aporta conocimientos que nuestra mente almacena para siempre.
Con las palabras puedo evocar todo lo que he visto y guardarlo en el recuerdo.
Si hago recuento de mi vida puedo encontrar bastantes errores, hechos de los que debo arrepentirme.
Lo que si puedo anotar en el haber de mi balance es todo lo que he caminado y todo lo que he leído.
Leer mucho y andar mucho, de eso no me arrepiento, al contrario, intentaré seguir haciéndolo el resto de mi vida.
Esta lectura mes ha servido de estímulo para leer y caminar más. Muchas gracias por esta enseñanza porque sería bueno que todos aprendieramos de tales conductas ya que son buenas para la mente, el cuerpo y el alma