Hasta siempre a nuestro delegado Luciano

Hasta siempre a nuestro delegado Luciano, que se ve obligado a dejar este servicio en nuestra Asociación.

El pasado lunes, día 12 de febrero, en la reunión semanal de la Asociación, nuestro delegado Luciano García Medeiros, nos comunicó la decisión que había tenido que tomar, a causa de sus problemas de salud. 

Algunos meses atrás, nos había comentado las dolencias que le aquejaban y lo difícil que se le hacía poder compatibilizar su cometido en la Asociación, con los horarios que su salud le requerían. 

Además de lamentar cuanto le ocurre, y desearle que se pueda reponer lo antes posible; en nombre de la Ejecutiva de la Asociación y el mío propio, quiero agradecerle todo el gran trabajo que ha realizado. 

Anualmente, ha preparado “charlas-coloquio”, “jornadas de reflexión cristiana”, y “convivencias-retiro”.

Siempre nos acompañó en las distintas celebraciones: festividades de San Juan Bosco y María Auxiliadora, Encuentros Sectoriales, Día de confraternidad en Vilas (Morgadans) y excursiones.

Sin olvidar, las mensuales «Jornadas de Formación».

Y todo ello, teniendo que atender las obligaciones que la Comunidad Salesiana de María Auxiliadora le demandan. 

Más de doce años como delegado.

Han sido algo más de doce años los que Luciano nos ha dedicado, periodo no alcanzado por ninguno de los delegados que anteriormente hemos tenido, al menos desde hace ya bastantes años. 

Nuestros Estatutos, en su artículo 23, al definir las funciones de los miembros de la Junta Local, en su punto 7, define las funciones del Delegado, y entre ellas, en el apartado c) dice que: “es responsable de mantener la fidelidad al Espíritu de Don Bosco, interpreta las aspiraciones de los Antiguos Alumnos de Don Bosco y mantiene, coordina y anima sus relaciones con la Congregación Salesiana. 

En consecuencia, a todo lo anterior, quiero aprovechar esta ocasión, para poner en valor lo que para nuestras Asociaciones significan, tanto el acompañamiento como la dirección espiritual de los delegados, que, desde mi punto de vista, no son suficientemente reconocidos, pero absolutamente imprescindibles. 

Querido Luciano y queridos delegados anteriores, a todos vosotros que sois parte de la historia de la Asociación de Antiguos Alumnos de Don Bosco de “María Auxiliadora” de Vigo, muchas gracias por vuestra gran labor, y un fuerte abrazo en Don Bosco. 

Rafael Martínez Sidrach-Cardona.