Buenas noches Marzo de 2024
A mis hermanos salesianos y a todos las miembros de nuestra Familia Salesiana
«Ponte ahora mismo a instruirlos sabre la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud»
Con estas palabras, el hombre del sueño le indicaba a Juanito Bosco la encomienda de su vida que tendría que realizar ganándose la confianza de los jóvenes con la amabilidad y la mansedumbre.
En estos tiempos que corren, esta expresi6n parece de otra época. Ni el pecado, ni la virtud son términos que usamos en nuestro vocabulario.
Sin embargo, en una sociedad en la que la línea que separa el bien y el mal se ha difuminado, en la que las referencias a Díos desaparecen y el espíritu humano se ahoga en una tiranía del deseo y de un materialismo consumista, educar en la virtud como oposición al pecado, aunque no sea popular, resulta especialmente necesario.
Optar por el bien es la opción fundamental de un cristiano
El mal existe en la vida y optar por el bien para vencerlo es la opción fundamental de un cristiano.
Dios nos quiere felices aquí y en la eternidad y Jesús, que pasó por la vida haciendo el bien, es el rostro y la palabra que nos permite conocer cuál es el proyecto de Dios para cada uno.
Hablar de la fealdad del pecado es abrir las ojos ante todas aquellas cosas que nos atan, ante las actitudes que nos apartan del sueño de Dios para la humanidad.
El pecado nos vuelve autosuficientes, orgullosos, rencorosos, egoístas. impide que Dios se manifieste revelándonos su mensaje de libertad.
Por el contrario, conocer a Jesús es descubrir el poder del perdón y de la misericordia, es recibir el regalo de la paz y del amor que él nos ha manifestado.
Desenmascarar el pecado en nuestra vida para crecer en libertad es una de las tareas para este mes de marzo, en el que los cristianos vivimos la Cuaresma.
La virtud no es patrimonio exclusivo de la visión cristiana de la vida. Para los griegos, la virtud era la excelencia que permiía al alma humana alcanzar la felicidad.
La virtud por tanto se educa y nos posibilita llegar a las cotas más altas de humanidad. Cultivar la fortaleza, la templanza, la justicia, nos hará excelentes y nos sacará de la mediocridad.
La belleza de la virtud
La belleza de la virtud se expresa especialmente al contemplar el misterio de Dios. El camino cristiano supone crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. La fe que nos ayuda a perserverar en la fidelidad a las promesas recibidas a pesar de las dificultades de la vida.
La fe que tiene una fuerza terapeútica para conectar con esa esperanza que va más allá del optimismo, porque se fundamenta en las promeas de Dios.
La caridad que podemos vivir en los gestos cotidianos aprendiendo continuamente del Maestro que nos enseñó a amar hasta el extremo.
El mandato de Jesús, que Juanito Bosco recibió, tal vez no sea un slogan llamativo para una campaña pastoral de estos tiempos, pero sin duda, es un opción a tomarse muy en cuenta en nuestra vida cristiana.
Por eso os lo presento en estas buenas noches.
Rechazar el pecado es optar por Dios, crecer en la virtud es dejarnos inundar por su gracia para que, con la fe, la esperanza y la caridad, nuestra vida alcance la excelencia.
En este año del aniversario del sueño vocacional de Don Bosco, vivamos esta Cuaresma como una oportunidad de crecimiento y de conversión para que Dios siga inspirando con nuestra colaboración los sueños de muchas personas.
Un fuerte abrazo.
Inspector SSM
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