Buenas noches Junio de 2024
A mis hermanos salesianos y a todos las miembros de nuestra Familia Salesiana:
«Yo soy el hijo de aquella a quien tu madre te ensenó a saludar tres veces al día. El nombre, pregúntaselo a mi Madre».
Muchos jóvenes no conocen el nombre de Jesús. Para algunos es un personaje del pasado del que saben algunas historias o frases sueltas. Para otros, se asocia a prejuicios ideológicos o a posicionamientos morales que no tienen demasiado que ver con lo que Jesús hizo y dijo.
Don Bosco no solo conoci6 su nombre, sino que Jesús fue su maestro e inspirador en cada paso que dio para hacer el bien a las j6venes.
Don Bosco era muy consciente de que la fuerza transformadora del ambiente, de la cercanía y del cariño podían sanar heridas de los muchachos que llegaban a su casa, pero también lo era de que solo el encuentro con Jesús podría salvar lo más profundo de sus vidas y hacerlos felices aquí y en la eternidad.
Jesús presente coma alimento cotidiano en la Eucaristía, era la columna en la que amarrar el barco cuando soplaban tempestades que ponían en peligro la propia estabilidad.
Don Bosco, como los primeros creyentes, estaba convencido de que no había otro nombre que pudiera salvar y eso era lo que le movía a pasar par la vida hacienda el bien y curando todo tipo de dolencia de aquellos jóvenes.
La presencia de Jesús, que le había encomendado a los nueve años una misión, era tan evidente en las celebraciones en la Iglesia de San Francisco de Sales coma cuando reía, jugaba y cantaba con sus muchachos en una jornada de excursión camino de Super a o cuando firmaba el contrato de trabajo del joven Vicenzo Odasso en ese documento inspirador para quienes hoy en las casas salesianas siguen trabajando por insertar a las jóvenes en el mercado laboral.
Don Bosco, con su pedagogía de la bondad, puso en práctica ese triple anuncio que el papa Francisco ha querido hacer a todos las jóvenes del mundo:
Dios te ama en cualquier circunstancia, sosteniéndote con firmeza y respetando hasta el fondo tu libertad porque para El eres realmente valioso.
Cristo te salva del pecado, de la tristeza, del vacío interior y del aislamiento.
Lo hace desde la cruz perdonando setenta veces siete, con un amor gratuito que es más grande que todas nuestras contradicciones.
Jesús vive
por que no es solo un buen ejemplo del pasado, sino que puede estar presente en tu vida para llenarla de luz.
porque no es solo un buen ejemplo del pasado, sino que puede estar presente en tu vida para llenarla de luz.
Doscientos años después, Jesús quiere seguir siendo el protagonista de la educación salesiana para que su nombre sea conocido por muchosjóvenes que necesitan recibir de Él, consuelo,paz y perdón.
Jesús
sigue moviendo nuestros corazones para que acudamos a Él cuando estamos cansados y agobiados.
es nuestro modelo para tratar a los demás con la humildad, mansedumbre y paciencia que Él nos enseñó manifestá ndonos como es el amor de Dios.
nos invita a conocerle más y mejor.
No solo de forma teórica, recitando de memoria parábolas o historias del Evangelio, sino de manera experimental, encontrando en su persona razones profundas que tocan las fibras del alma y nos ayudan a vivir con esperanza.
Si conocemos a Jesús, lo podremos dar a conocer . Si hacemos experienc ia de que Él vive,podremos ser testigos de vida para los demás.
Un fuerte abrazo
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