Desde la gratitud quiero hablaros hoy queridos compañeros y amigos:
La RAE define la gratitud como
“sentimiento que obliga a una persona a estimar el beneficio o favor que otra le ha hecho o ha querido hacer, y a corresponderle de alguna manera”
Las Asociaciones de Antiguos Alumnos de Don Bosco tienen su origen, como os indico en el número 73 de la revista VIGO BOSCO, del pasado mes de diciembre, un 24 de junio de 1870, onomástica de Don Bosco.
Y nacen desde la gratitud que un grupo de antiguos alumnos quieren mostrarle a Don Bosco por la educación recibida, además de prometerle fidelidad y ofrecerse a colaborar con su obra.
Hoy, aquel pequeño grupo se ha convertido en un gran movimiento asociativo con presencia en todo el mundo.
Numerosos pensadores, filósofos, escritores, oradores, etc., han definido esta bonita palabra, que todos debemos tener presente, pues sin duda alguna, tenemos mucho que agradecer, y a muchas personas.
El agradecimiento es la memoria del corazón. (Atrbuido a Lao Tse).
Nada es más honorable que un corazón agradecido. (Séneca).
La gratitud se da cuando la memoria se almacena en el corazón y no en la mente. (Lionel Hampton, músico estadounidense).
El domingo día 31 de enero, en condiciones sanitarias normales, celebrariamos nuestra tradicional y anual Fiesta de la Unión y Día del Antiguo Alumno, para honrar a Don Bosco.
Y sobre todo, para mostrarle nuestro agradecimiento, proclamando ante la sociedad nuestro sano orgullo de pertenecer a la gran Familia Salesiana.
En esta ocasión os invito a celebrar esta festividad virtualmente, uniéndonos a Don Bosco, para agradecerle que nos enseñase como ser
“honrados ciudadanos y buenos cristianos”
Recibid un fuerte abrazo en Don Bosco.
Rafael Martínez Sidrach-Cardona
Desde hace más de 30 años el grupo de teatro Camaux, por estas fechas, alrededor de la festividad de San Juan Bosco, representaba una obra de teatro para la cataquesis. Era una forma muy salesiana de celebrar a nuestro entrañable Don Bosco, que tanto amaba el teatro. Este año no podrá ser. De todos modos seguirá vivo en nuestros corazones quien fue feliz por la presencia de Jesús en su vida. Gracias Don Bosco, por tu alegría, por tu esperanza, por transmitirnos que la felicidad consiste en hacer presente a Jesús en nuestra vida, y vivir conforme a esa presencia.