Cómo conocí los AASS en el año 1980.
El pasado 24 de junio fiesta de San Juan Bautista, y de la Unión de los AASS , la asociación de Valladolid celebró el cincuenta aniversario de su creación.
En 1968, un puñado de entusiastas ex-alumnos salesianos, a pesar de que todavía no se había instalado la congregación, fundaron la primera asociación de Antiguos Alumnos.
Afortunadamente, al poco tiempo, se estableció la congregación, instituyendo una parroquia y una residencia de estudiantes.
El año 1980, poco después de residir en Valladolid, conocí personalmente esta asociación.
Pero no sólo la descubrí, sino que pasé a formar parte de ella. Claro que es mi marido el que fue alumno de un colegio salesiano.
Siempre me habló con cariño del tiempo que estuvo en Cambados, donde estudió varios cursos años.
Yo, como cónyuge, participé en la mayoría de eventos hasta principios del año 1982, en que nos trasladamos a Madrid por motivos laborales.
Aquellos fueron años entrañables, donde nos vinculamos activamente con la asociación, haciendo grandes amigos, tanto seglares como religiosos.
Con todos ellos mantenemos relaciones, especialmente en celebraciones Salesianas, y ahora, con las nuevas tecnologías, como el whatsapp.
Los fuertes lazos con los miembros de la asociación vallisoletana, perduran y son muy positivos.
Durante los pocos años que permanecimos en ella, compartimos actividades lúdicas, entre las que destaco el teatro, como una experiencia inolvidable.
El espíritu salesiano de acogida, solidaridad, respeto y compañerismo siempre reinó en todos los encuentros, religiosos y de ocio.
Nos hermanamos bajo el manto de María Auxiliadora y el soporte espiritual de D. Bosco, viviéndolo con alegría y satisfacción.
Este cincuenta aniversario fue una magnífica jornada de reencuentro con nuestros antiguos compañeros de la asociación, pues aunque físicamente ya no formamos parte de ella, por traslado, siempre la llevaremos en el corazón.
Gracias amigos por vuestra invitación a compartir con vosotros un evento tan importante.
Yo conocí a los AA.SS cuando iba al colegio y en luna esquina del patio había un local que decían era «los antiguos alumnos'». Allí podía ir a comprar un bocadillo de anchoas, caramelos o una gaseosa. Además se podía jugar al billar. Algún domingo en el año, representaban para el colegio una obra de la galería Salesiana. Luego en la procesión de María Auxiliadora, los Antiguos, siempre estaban alrededor de don Bosco. Para mi los Antiguos Alumnos representaban a la juventud alegre y dinámica enamorada de don Bosco. Ahora, con muchos más años.en su dni, siguen con la misma fe y alegría, revoloteando alrededor de don Bosco.